Cobijo
Cuando nació el duendecillo,
antes de poder tener sus ocurrencias,
necesitaba un lugar seguro desde el que observar,
desde el que lanzarse a descubrir el mundo.
Necesitaba cobijo,
porque descubrir tantas cosas cansa.
Es una suerte ser duende
y tener siempre un bonito árbol al que encaramarse.
4 comentarios
juyma -
(v) i r e t a -
juyma -
la mosquita -