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Las ocurrencias del duendecillo

Hambre de conocimiento

Algunas mañanas es imposible despertarle. Abro las ventanas y lo voy intentado suavemente pero nada, no hay manera. Si la noche anterior dejo algo del postre para desayunar salta como un muelle si se lo recuerdo. Un día mirando por su ventana y hablándole de cómo estaba el día para ir captando su atención le digo –que largas están las sombras de los árboles por la mañana ¿quieres saber por qué?- el resultado fue el mismo que con el mejor pastel de chocolate.

2 comentarios

juyma -

¿que tendrá el chocolate?

ojos claros -

yo con el chocolate tampoco me resisto a na