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Las ocurrencias del duendecillo

El lado oscuro

El duendecillo es capaz de sacar su lado más salvaje incluso en pleno delirio febril. Esta mañana no quería ir al médico -porque me ahoga cuando me mira con el palito- nosotros le dijimos que sería un momento y que lo haría con cuidado -le dices que no me mire con el palito y, si no te hace caso, le das un tortazo- fueron sus palabras antes de entrar.

Dentro ya no fue tan fiero y se porto fenomenal con el médico que accedió a no usar el palito sin que mediara amenaza alguna.

Cuando salíamos por la puerta le dijo -otra vez si me porto tan bien me dais un regalo de médicos- el pediatra -otro día no, hoy- y le da dos de los famosos palitos. Un rato después los observaba pensativo -otra vez le voy a decir que me den un regalo mejor- y es que cuando le sacaron sangre le dieron unos guantes, un botecito, una geringuilla...

3 comentarios

juyma -

Alma: mi madre cuando alguien decía -este niño es un angel- respondía -caido del cielo a puntapies-

Airezul: ni siquiera los duendecillos.

airezul -

primera lección de que no todos los humanos son iguales..

alma -

Mirá que buen paciente fue el duendecillo, muchos quisieran un ángel como él. Porque hay unos que son bárbaros. lloran una hora antes y lloran una hora después.
saludos y abrazos
Alma