Gafas
Al entrar en clase el duendecillo se ha quedado mirando, asombrado, a una compañera -¿eres tu? ¡No te había reconocido!- ha sido el primer día que la niña va con gafas a la escuela.
Me recuerda mi costilla que hace unos meses cuando fue con el al oculista y le dijeron que no necesitaba gafas le dijo muy serio –mira... ¡yo he venido a que me pongas gafas!- Luego, cuando le preguntábamos, nos decía que el quería tener gafas para ir a la escuela y que los niños pensaran que era otro.
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Alma -
saluditos