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Las ocurrencias del duendecillo

Enfermó

Muchas mañanas en la fila del colegio del duendecillo se quedaban en cuadro, hasta ocho de los veinticuatro. El duendecillo nos tenía sorprendidos, después de que el año pasado dejásemos de llevarlo a la guardería porque se cogía de todo, este año solo había faltado una vez.


Pero se acabó lo bueno, después de un fin de semana de toses y mocos, estos tres días de cole no ha podido ir. Es un enfermo muy quejica, no deja de aprovecharse para que le hagas todo y de recordarte a todas horas todo lo que le duele. En lo que ha mejorado mucho es en tomar las medicinas antes casi teníamos que atarlo, ahora se está portando como un valiente hasta con las inyecciones. Pero ya llevaba unos días durmiendo a la primera y me da a mi que después de esta... ya lo dice el refrán: lo malo no es que enfermó, sino las mañas que cogió.

2 comentarios

po -

... a mí me compraban libros de cuentos de "Lola lee" cada vez que me ponían una inyección.
Y sí, reconozco que yo también cogí esa costumbre de "negociar" las visitas a los médicos. Pero hubo una cosa buena: aprendí a leer prontísimo, xD. Besitos!

Alma -

Mira, que son unos pillos, te diré que mi "Angel" tengo que negociar para que se tome sus medicinas. Y duerme por la mañana como un angelito y por la noche un tremendo diablillo. Pero asi son los duendecillos.
un abrazo y un beso
alma