Blogia
Las ocurrencias del duendecillo

Nuestras cosas

Eclipse


El duendecillo estaba nervioso por ver el eclipse de luna de este sabado. Hubo suerte y el cielo estaba despejado. Cuando salimos a verlo pregunta -¿dónde está toda la gente?- el esperaba multitudes.

Una foto de lo que vimos:


Eclipse

Los cinco hábitos raros

 

 

Paula me puso deberes para casa, os dejo cinco hábitos raros del duendecillo y cinco mios.

 

El duendecillo:

1.- Pararse a hablar con todo el mundo que ve, con especial predilección por las mujeres mayores.

 

2.- Cuando su Mamá llama –a lavarse las manos y a comer- es imposible convencerle de que se lave las manos si antes no le das a probar la comida.

 

3.- Se tiene que tapar los oídos para sonarse los mocos.

 

4.- Dibuja siempre los mismos motivos: coches, aviones, barcos, casas, molinos y poco más. Con estos hace sus composiciones añadiendo los elementos como si fuese una historieta y contándosela a si mismo. Cada poco añade algún motivo nuevo pero poco a poco. Casi nunca añade color salvo algo muy específico (por ejemplo fuego)

 

5.- De los cuentos y películas que más le gustan saca tres personajes nos los reparte y durante todo el día nos toca caracterizarlos.

 

 

Los míos:

 

 

1.- No llevo reloj. Siempre se me rompían, la verdad es que no soy muy cuidadoso. Un día decidí que estamos rodeados de aparatos que dan la hora durante todo el día. Tampoco he llevado nunca pulseras ni anillos ni collares ni nada de eso, me resultan molestos.

 

2.- Olvido los nombres tan fácilmente que me he tenido que apuntar algunos cuya omisión podría hacerme quedar mal.

 

3.- Prefiero no ver la televisión. Cuando me fui a vivir con mi pareja decidimos no tenerla y pasamos unos dos años hasta que nos regalaron una. En épocas como aquella, de mucho tiempo sin ver nada de tele, cuando tenía cerca una encendida me quedaba enganchado con los anuncios.

 

4.- Busco de todo en Internet, hasta cosas que, naturalmente, no puedo encontrar.

 

5.- Mi gusta leer en el baño (¿es raro?), antiguamente me leía las instrucciones de los cosméticos y todo lo que pillaba. Ahora decidí tener siempre algún libro en un cajón.

 

 

Mis victimas son:

Airezul

Alma

Ojos claros

Miguel

Malaputa

Blogia 2.0

 

El ya de por si chapucero diseño del blog se ha acabado de venir abajo con el nuevo Blogia 2.0.

 

Espero encontrar un momento para poder asearlo un poco. En cuanto al nuevo Blogia, mucho mejor, es evidente la mejora de la velocidad y parece tener muchas opciones nuevas. A veces es bueno ser un poco vago, porque sino ya me habría buscado un nuevo lugar para el blog y parece que esto promete.

 

Para ver como quedan las imágenes, esta de hace un año. El duendecillo exploraba el mundo desde su triciclo.

 

Mirandonos en triciclo

Ñic-ñic

Hace ya tiempo empezó a chirriar nuestra cama, cambiamos de colchón, y aquello seguía igual. No seguía igual, la cosa iba cada vez a más, el más leve movimiento producía el temido ñic-ñic imposibilitando conciliar el sueño (de otros temas no hablaré). Mi última investigación localizó el problema en un travesaño mal soldado. Buscando una noche de sosiego comprobé con una caja bastante rígida que calzando la cama en ese lugar desaparecían los chirridos, pero al segundo día la caja ya no servía. Buscando por la casa me quedé mirando una estantería de libr... no ¡como iba a usar libros para calzar la cama!. Ahora el lecho conyugal es sustentado por las siguientes obras:


Marketing internacional
Estrategia y gestión de comercio exterior
Gourmetour 2005 BBVA
Tomos I y II de un diccionario de economía
La sociedad de suma cero
Ensayos sobre intervención y liberalismo
IVA 2000 manual práctico
Si, cariño, ahora voy


Es la combinación justa

Nuevo curso

Hoy comienza el nuevo curso, del anterior no cave más que dar un balance negativo. El duendecillo nunca llegó a adaptarse y la profesora solo nos llamaba para decirnos la cantidad de problemas que le daba. Le cogió manía a todo lo que tuviese que ver con las fichas que tenía que hacer. Y luego en casa nunca quería dibujar ni hacer actividades un poco ordenadas. Tampoco adquirió ningún conocimiento nuevo si exceptuamos, arañar, escupir, insultar y otras delicias varias.


Al duendecillo le cuesta muchísimo obedecer, yo creo que tiene el ego subido, y nosotros pensábamos que igual que otros aprenderían los números o las letras el aprendería a convivir con los demás niños. Pero fue todo lo contrario en una clase con 24 niños y una profesora muchos días ausente y cuya mayor preocupación por el era la guerra que le daba el duendecillo se nos convirtió en un rebelde. El último día nos enteramos de que se había pasado la parte final del curso apartado, tenían cinco grupos separados y nombrados por colores y el no pertenecía a ninguno, lo cual nos pareció fatal. Además alguna vez nos había insinuado la posibilidad de hacer eso y le habíamos dicho claramente que si creía que hacía falta llegar a ese punto preferíamos sacarlo del colegio. El que lo hiciera, y a escondidas, disipó las pocas dudas que teníamos sobre las prioridades de esa profesora.


La buena noticia es que el mal ambiente del año pasado a influido menos que su recuerdo de estar con otros niños y este año regresa a la escuela ilusionado. Nosotros, optimistas, esperamos que reciba una mejor respuesta a sus ilusiones.

Aportación del duendecillo al debate sobre la familia

Faltan dos días para que sus padres se casen y lo que más ilusión le hace del asunto es que va a venir su abuela y su tía vuelve del campamento pero, desde hace tiempo, nos saca los colores porque de repente en medio de la calle se puede poner a indicar y a decir en a voz en grito -¡MIRA OTRA FAMILIA!-

Hasta pronto

Nos vamos otros pocos días de descaso a nuestro rinconcito en la raya de Portugal. El duendecillo colecionará raspones para las rodillas y nosotros intentaremos relajarnos, si nos dejan. Nos llevamos a la hermana de mi costilla que con sus trece añitos nos entrenará para nuestras aventuras futuras con el duendecillo.

Granos

Empezó un granito aquí y otro allá, dos días y hoy se ha levantado con la cara como un mapa. Iremos al médico a ver de país representa ese mapa. Cuando le hemos dicho que no puede ir al colegio porque contagiaría a los otros niños a contestado que ha Raúl y a Sara si los quiere contagiar.


Esperemos que el médico nos diga que el agua del mar le viene bien. Si no hay novedades buscaremos conchas nos llenaremos de arena y sal y, dentro de unos días volveremos con la sombra del cole más lejos y todo el verano por delante.

Vacaciones

Última semana de clase para el duendecillo, estamos preparando las cosas para pasar cuatro días en Asturias a la orilla del mar y luego al pueblo de Salamanca a pasar unos días. Cada poco nos pregunta si solo queda un día para las vacaciones. Cuando le diga que si no se lo va a poder creer.

Manuscrito

letra


Aquí están nuestras caligrafías como Carlos sugirió en su blog. Al duendecillo le podéis tener en cuenta los tres añitos pero a mi no me tengais en cuenta los taitantos.


Por poner trabajo a alguien y si no se me han adelantado...


Ojos claros (Se te acumula el trabajo)
Po

Algazara

El domingo en Tudela de Duero durante las fiestas de exaltación del espárrago tudelano, curiosas jornadas en las que el espárrago no es que estuviera muy presente, costaba encontrar un puesto en el que comprar unos manojos. El duendecillo, como siempre tiene que encontrar pegas, dijo que el prefería la exaltación del espagueti y del cangrejo. Aunque el tiempo no acompañó (estuvo goteando toda la mañana) había ambiente y era divertido darse un paseo por los puestos del mercadillo que tenían montado. Entre ellos el del amigo al que íbamos a visitar que organiza por segundo año un festival musical en la localidad, algazara, el año pasado no fuimos por que no nos gustaba ninguna actuación pero este se presenta mejor.

Ocurrencias

No ha dejado de tener ocurrencias pero con esto de buscar casa y el trabajo he tenido menos tiempo de apuntarlas. Ahora ya hemos comprado casa nueva, nos la entregarán este verano. El duendecillo no la ha visto todavía, solo los planos, y parece bastante interesado, quiere la habitación de la derecha (no sabemos la derecha de que) También le hace ilusión que sea en un pueblo y pregunta si es como el de la abuela.

Turismo inmobiliario

Como decía en el anterior post, cuando hemos tenido que ir a ver alguna casa con el duendecillo, la visita se ha convertido en un calvario. Estábamos viendo un pareado muy bien reformado y el duendecillo venga a tocarlo todo, se escapaba, abría las puertas, nada más ver el baño se puso a mear (cuando lo acababa de hacer) y así todo el rato. Cuando salimos a ver el patio trasero subió corriendo las escaleras y cerró la puerta que solo se abría por dentro. Las tapias de más de dos metros daban al resto de pareados. Nosotros no podíamos reprimir la proverbial frasecita "ves la que has armado". El dueño, decia que no pasaba nada, pero azorado intentando levantar las hojas de la puerta corredera de aluminio, solo conseguía separarlas un poquito por en medio. Aquí no nos vamos a quedar, decía. El duendecillo, al que lo del arrepentimiento no le va, después de la primera cara de susto al ver lo que había preparado y la bronca que le caía, opto por tirar para adelante y nos decía con musiquilla "os he cerrado la puerta, anda" aprovechando que estábamos concentrados en ver como salíamos. Una pequeña abertura entre las dos hojas de la puerta y la finura y largura del brazo de mi costilla nos sacaron de allí con un argumento más para regatear el precio.

Pueblos

Dentro de la tarea en que nos hemos embarcado de ver si nos podemos comprar una casa, el pasado fin de semana visitamos algunos pueblos de los alrededores de Valladolid. Pueblos pequeños, con pocos servicios pero en los que, posiblemente, el precio sea menor. Buscando la posibilidad de una casa de pueblo con algo de patio, ganando en tranquilidad. El problema es cierto aislamiento y los desplazamientos en coche.


Me llamo la atención que en un pueblecito, Ciguñuela, parecían apreciar a los niños. Había dos estatuas en medio del pueblo representando a unos niños con bicicletas y cerca del colegio estas dos que fotografié.


Niños

Casa II

Según ellos, su publicidad, dicen que los API, agentes de la propiedad inmobiliaria, sirven para intermediar en el mercado, dando seguridad a las partes. La casa que estuvimos viendo nos la enseñó primero una inmobiliaria que nos había mostrado ya otras dos, aunque tenía el teléfono de los dueños en la puerta al principio no queríamos llamar. Pedimos a un tercero que llamara para ver cuanto se llevaba la inmobiliaria, la diferencia era de casi un millón de pesetas.


En ese momento lo pensamos y mi idea era que si se producía un fuerte regateo los dueños bajarían su precio pero la inmobiliaria también, hasta que estuviese más acorde con el servicio que ofrecen.


Cuando les hicimos nuestra oferta, llamaron de la inmobiliaria diciendo que los dueños no querían ni considerarla. En esos momentos a mi pareja que fue la que mantuvo las conversaciones no le cuadraba nada y se decidió a llamar a los dueños. Hablando con ellos descubrió que les trasladaron una oferta mucho más baja que la que hicimos. Pensamos que la inmobiliaria, al ver que pedíamos un precio bastante ajustado, decidió quitarnos del medio para buscar alguien a quien le sacase más en la operación.


Aun suponiendo que algunas trabajen mejor, va a merecer la pena intentar buscar directamente a los vendedores ya que el margen a ganar es muy grande.

Casa

Ya parece que he acabado de presentar todos los impuestos trimestrales y puedo respirar un poco en el trabajo. Además se ha juntado que hemos empezado a buscar una casa para comprar y se nos presentó una oportunidad que parecía interesante. Se trataba de una casa de las que por aquí llaman molineras y que, aparte de espaciosa, contaba con un patio para que el duendecillo saliese a que le diese el aire. Los inconvenientes eran la antigüedad (dudoso estado) y, como no, el precio.


Parece que no hemos llegado a un acuerdo, o nos están echando un órdago de farol. Pero, de todas maneras, es la vez que más lejos hemos llegado y nos servirá como experiencia para continuar la búsqueda.

A ras de suelo

El duendecillo ha sido condenado a vagar a ras del suelo por el resto de sus días, bueno hasta que aprenda a volar, que según el va a ser pronto. El no tiene nada que ver, ni ha cometido ninguna falta, pero el médico me ha dicho que ciertos dolores de cabeza están relacionados con otros dolores de espalda. Ahora cada vez que insiste en que quiere ir en brazos me tiene que escuchar repetir que no puedo cogerlo por prescripción médica.


No todas las medidas le afectan a el, mi jefe me ha tenido que comprar una silla nueva, he subido la pantalla del ordenador a la altura de los ojos y entre línea y línea que escribo estoy haciendo unos giros con la cabeza que ni la niña del exorcista. La tabla debajo de la cama tendrá que seguir esperando a que un día nos decidamos a ir a buscarla.

Aterrizaje

De vuelta de una semana de vacaciones intentaremos un aterrizaje suave. Nos va a costar volver a la rutina después de esta estupenda semana de primavera por el campo. El duendecillo ha corrido todo lo que ha querido, su mejor entretenimiento estos días... tirar piedras al agua para ver como chiringan. Esto de chiringar es otra palabreja de las del pueblo. Esta no la recordaba yo pero se la ha enseñado su abuela.

También ha estado fardando de moratón, en cuanto tenía una oportunidad ya estaba remangándose para enseñar el rastro que le dejo el pinchazo que le hicieron para sacarle sangre para un análisis. Esa es la única secuela que le ha quedado de una semana enfermo.

Vacaciones

Después de unas cuantas -itis: bronquitis, gastroenteritis y otitis, parece que nuestro duendecillo ya empieza a sanar. Ahora lo que más le duele son las cuatro inyecciones (pinchas) que le han puesto.


Afortunadamente tenemos reserva de vacaciones y a los días de este puente le hemos añadido toda la semana siguiente para poder disfrutar con el unos días campestres. Haber si durante estos días lo ponemos en forma y le quitamos las mañas... por lo menos las que cogió con la enfermedad.


No creo que actualice hasta la vuelta, pasarlo todos muy bien.

Pasiles

Fin de semana en el campo que es donde deben estar los duendecillos. Hace poco le preguntaron que cual era su pueblo y si que lo nombro cuando nosotros creo que nunca se lo hemos mencionado con esa expresión posesiva "mi pueblo".


En las paredes de piedra a la sombra del invierno pudo tocar el musgo y aprender, y yo recordar, que son los pasiles, unas plantitas en forma de seta o de embudo que pueblan los huecos entre piedras y forman bosquecillos muy vistosos.


Hay un lugar del pueblo al que llaman los pasiles. Buscando la palabra en el diccionario nos da estos significados:


pasil.
1. m. Piedra puesta para pasar un río o arroyo.
2. m. Parte por donde se puede atravesar a pie un río o un arroyo.
3. m. Paso estrecho, v


Como corre un regato por ese lugar me queda la duda del porqué del topónimo.